A continuación te damos 2 claves que consideramos muy importantes:
1. Optimizar imágenes según la red social.
Pinterest apuesta por las fotos alargadas, por ejemplo, mientras que en Instagram sólo podrás usarlas en formato cuadrado, exactamente de 900×900 px. En el caso de Facebook, Google+ y otros del estilo, tendrás que utilizar formatos horizontales con frecuencia. Si tienes en cuenta este detalle antes de elegir las imágenes que acompañarán tu contenido, e intentas unificar formatos, seguramente te ahorrarás mucho tiempo cuando estés en la fase de publicación.
Elige un nombre adecuado, claro y descriptivo, jamás utilices espacios en blanco sino guiones de separación y no superes 60 caracteres. Dale un tamaño correcto, siendo excesivamente grande puede ralentizar la carga por su peso y por lo tanto repercutir en la velocidad (para Google, la velocidad en una web es un factor de «peso» en su ranking!). Y no olvides añadirle otro detalle Googlefriendly: ALT tag. Etiquetar tu imagen hace que sea accesible, que se entienda mucho mejor y contribuya en el posicionamiento global.
Si además quieres agilizar el proceso de creación de imágenes para su uso en tus redes sociales, conviene echar mano de plantillas predefinidas que harán el trabajo por ti.
¡Optimiza tus imágenes y de paso, tu tiempo! 😉
PD:
Psst! Si te perdiste anteriores posts sobre #optimizar, haz una búsqueda con esta palabra clave en nuestro blog o revisa directamente este par: App para adaptar fotos a redes y App para comprimir -sí sí, la del elefantito!