¿Crees en el vídeo viral?

Los vídeos virales parecen la fórmula perfecta, sobre todo si se ha destinado un presupuesto mínimo. 

De un tiempo a esta parte se integran acciones de este tipo en los planes de marketing, gracias a la creciente influencia del medio online. Los vídeos son muy populares y las marcas suelen pretender que su mensaje se propague por las redes a la velocidad del rayo, alcance a miles de personas y convierta su producto o servicio en el más popular. Y con presupuesto mínimo claro, porque lo que el cliente encarga a su agencia es exactamente un vídeo “viral” (luego llega la magia y se propaga de modo espontáneo y gratuito).  

A esto los anglosajones lo llaman un “free lunch”, aquí hablaríamos de un “chollazo”… pero ¿existen realmente?

Para entender qué es un vídeo viral, tendríamos
que hablar del marketing viral (vs el tradicional). Dicho de modo rápido, el
tradicional consistiría en impactar con una acción al máximo número de
individuos, y el viral quiere impactar a un grupo limitado de individuos que a
su vez lo transmita (impacte) a otros grupos limitados, y así hasta el infinito…

Es cierto que existen vídeos virales, pero
nadie sabe cómo producirlos (por encargo). Ni los afortunados autores de los
vídeos que han tenido mucho éxito, lo sabían antes de colgarlos en Internet. 

Quien prometa poder crearlo, nos vende humo. 

Vamos a
decirlo de otro modo. Hay gurús (que habría que poner en cuarentena) que aseguran que
la correcta combinación de ciertos elementos dará el ansiado resultado ganador: «pondremos un animal o un famoso, que despierte emociones, que cautive al usuario (¡rápido,
tienes 5 segundos! o lo captas o adiós
), mantengamos su atención de principio a fin (sin aburrir, no superes jamás los 3
minutos
), que resulte gracioso o explique una historia original, que sorprenda. Una vez tengamos eso, ya está, lo empaquetamos bien en producción y lo subimos a tu canal, y serán los propios usuarios que se encargarán de que de la vuelta al mundo. En dos días tu marca está en boca de todos. Lo estoy viendo. Fácil, fácil…»

No nos dejemos engañar. Elementos como presupuesto, creatividad, ejecución, producción y campaña son claves para ayudar a que un vídeo funcione, desde la perspectiva del ROI. Sin embargo no basta con orquestar todo divinamente. Conseguir un buen vídeo es posible, pero que pretender que por encargo se convierta en viral, si somos estrictos y justos con el significado, es otro cantar.

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