De la web 1.0 a la 4.0, la IA y los Bots

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Hay empresas que ni siquiera han experimentado lo que es tener una web, y ya estamos oyendo hablar del 4.0.

Hagamos un repaso por la historia de la web, para ver cómo en apenas 20 años hemos (re)evolucionado, pasando del catálogo de producto “colgado” en Internet, a la Inteligencia Artificial, asistentes personales y Bots.

 

Web 1.0

La original, unidireccional, estática y meramente informativa: la que nos mostraba productos, servicios, fotografías, información selectiva… una ventana digital que empezaba a agitar nuestra curiosidad y sed de información en el universo de Internet. Eran espacios divulgativos sin actualización ni posibilidad de interactuar. Sin la ayuda de un programador, aquella web no cambiaría su contenido jamás. Tampoco podíamos descargar la información. Eran escaparates…

¿Recordáis las webs en Flash? Eran fantásticas, y al cabo de unos años, un hándicap tremendo porque impedía la visualización… ¡O te instalabas el Flash player, o no veías nada!

 

Web 2.0

La web social. Representó el primer salto cualitativo, llegó casi de la mano con el ADSL y evolucionó gracias a mejores herramientas de desarrollo web. Se la llama social porque nos permite interactuar: blogs, foros, redes sociales. Y también se la denomina colaborativa, porque al conversar se abre la era del intercambio real de contenido. Sin duda Facebook fue una de las redes sociales que más ha influido en esta etapa, con millones de usuarios en todo el mundo. Seguramente, algunas personas no habían tocado un ordenador en toda su vida, antes de Facebook…

 

Web 3.0

¿Estamos aquí ya? Sí… acabamos de empezar, pero todo es muy veloz. La web 3.0 o también llamada web semántica, en la que la clave es cómo accedemos a la información alojada en Internet. Ya no es un tema de buscadores, que también son primordiales, sino del tipo de lenguaje, ahora más natural. Esta comprensión del lenguaje natural permite que obtengamos información cada vez más personalizada y hecha a medida de nuestros usos e intereses.

Podemos pedir a Google que nos guíe por el trayecto más corto entre dos puntos, que Siri nos muestre quién es George Clooney, o que Watson colabore con miles de médicos a lo largo y ancho del mundo.

¿Cómo lo hacen? ¡A través nuestro! Nosotros somos los que cedemos la información constantemente, y la indexación de información, de la big data, hace que se nos devuelva información precisa y personalizada. Somos la mayor fuente de información que existe, a través del uso que hacemos de todo lo que está conectado a Internet.

Pese a ello, la web 3.0 no es eficiente por completo, porque existen todavía limitaciones a nivel tecnológico, principalmente la gran masa de datos (Big Data) todavía no se puede procesar y ordenar para que podamos sacarle provecho correctamente.

 

Y de cabeza a la 4.0

Será el próximo paso natural, en el que todo será más predictivo, más rápido, más inteligente. Es la era de la Inteligencia Artificial y los Bots. Será cuando las nuevas tecnologías nos lleven a un estado mucho más elevado de interacción y personalización, de modo efectivo y eficiente.

Daremos una vuelta de tuerca más y mejorará la experiencia del usuario a niveles insospechados y de modo integral.  Pasaremos de la información a la solución práctica. Los dispositivos los llevaremos “puestos”, sean en la muñeca o en forma todavía de smartphone (por no hablar de implantes). Todo a nuestro alcance y de inmediato.

Pero estamos en los albores, antes de poder hablar de la implementación 4.0, tienen que darse estos tres factores principales:

  • La comprensión del lenguaje natural* y la tecnología de voz a texto (y viceversa)
  • M2M: comunicación de máquina a máquina (IoT).
  • Uso de la información de contexto (geolocalización, rutinas personales o profesionales, datos biomédicos…), la digitalización y la hiperconectividad.

¿Qué os parece? ¿Asusta?… la sensación de muchos será que estamos “controlados” por un gran hermano que todo lo sabe, y en parte es cierto, constantemente estamos ofreciendo nuestra información, a veces de modo inconsciente, pero puede ser ventajoso para que nos venga devuelto en forma de personalización total.

Podemos optar por mantener una actitud abierta y adaptarnos a la evolución tecnológica, sacando particular provecho, o no…

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Y es por eso, tal como apuntábamos al inicio del post, por lo que a nosotr@s, profesionales del sector, nos sigue sorprendiendo que todavía haya muchas empresas que nieguen la evidencia, se resistan a tener una web (“¿para qué la necesito si ya vendo mucho sin ella?”), a conversar directamente con su cliente a través de los social media, o no hacen el mínimo esfuerzo de entender lo que está pasando, muy velozmente, en Internet.

 

 *Aquí tenéis enlace a un post muy interesante en el que Nobbot nos aconseja sobre cómo sacarle más partido a los asistentes personales más conocidos: Google now, Siri y Cortana.

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