Cuando conversamos con los clientes -por primera vez- sobre redes sociales y les preguntamos cuáles son sus preferencias para abrir sus propios canales, recibimos todo tipo de respuestas. A todos los que muestran claro desinterés o se cuestionan si realmente hace falta estar en los social media, les comentamos que «ESTAR O NO ESTAR» dejó de ser una pregunta hace años y les invitamos a reflexionar sobre la importancia de las redes y su vinculación con la imagen de marca… Y eso también provoca reacciones diversas.
Queramos o no, las marcas «ya están» presentes en la red, en forma de mención, opinión o formando parte de un contenido redactado por terceros, seguramente anónimos y sin vinculación a las marcas, y vertidas para que quien quiera lo lea, y se lo crea; aquí está el quid de la cuestión, en si queremos o no aprovechar la oportunidad de ser un player activo, velar por nuestros intereses, publicar nosotros sobre nuestra marca, actuar e interactuar con los demás. La reputación de la marca se propaga por la red, así que seguro que es mucho más interesante participar activamente que sentarse a ver lo que sucede.
Relajémonos. No hace falta estar en todos los canales y redes. Ante la duda, empecemos primero por averiguar dónde está el público a quien nos dirigimos para poder interactuar con él. ¿Beneficios de estar en la misma red? Conversación directa con el consumidor, oportunidad de acrecentar y fortalecer el rango de influencia, obtención de información de primera mano y en tiempo real… Quizá no se necesiten muchas más razones…
Los datos de Social Media, publicadas por diversas fuentes, son que Facebook (creado en 2004) y Twitter (2006) ostentan el mayor número de adeptos a nivel mundial, y podemos afirmar que son las redes más influyentes a día de hoy. Ganan cuentas a diario y entre ambos dominan medio planeta o más. Youtube por su parte se ha proclamado recientemente la segunda red social más usada, y es la red principal e indiscutible para compartir contenido en formato de vídeo.
Google+ quiere destronar al primero de la lista. Su método es directo, con sólo dos movimientos sobre el tablero ha logrado aparecer como una red social enorme. Adquiriendo Youtube y sumando a sus filas a todo aquel usuario de Gmail, al que prácticamente obliga a tener Plus.
OK, si alguien quiere llamarle a esto «estrategia» o «engagement», adelante.
Empezó más tarde, pero va rápido, y lo que está claro es que su +1 tiene más peso que los «me gusta». El motivo es claro, no olvidemos que Google sigue reinando con fuerza y poderío en el terreno del SEO. Tiempo al tiempo.
En cuanto a Linkedin, la llamada red de uso «profesional», permite ir ampliando la red de contactos e incluso utilizarlo como microblog. La posibilidad de abrir páginas de empresa hace tiempo que la usan varias firmas, y es una de las redes más consultadas por el departamento de RRHH de compañías en fase de selección de personal (además de Facebook etc).
Instagram y Pinterest son las redes visuales. En España más de la mitad de los usuarios de Instagram son mujeres, y en 5 años desde su creación ha logrado situarse entre las más populares. Es un medio donde se puede explotar la vena creativa y compartir contenido visual (somos fans de su logo y de la sencillez conceptual del canal). Las imágenes estáticas son el 90% del contenido pero poco a poco se van haciendo hueco los mini-vídeos (15 seg). Pinterest también está extendida y su estructura de tableros y categorías facilita compartir más que ninguna otra de su estilo. Quizá resulte complejo su uso al inicio, y la estética (al permitir diferentes formatos, en vertical) no agrade a todos por igual, pero que permita uso indistinto por smartphone y PC, es una gran ventaja!
Hemos mencionado las más populares, solamente hay que decidir qué redes sociales queremos vincular con nuestra marca; el resto ya es una fórmula adecuada de contenido en diversos formatos (escrito, audiovisual, imágenes…), y un estilo, tono y frecuencia determinados.
No queremos cerrar el artículo sin recordar uno de nuestros tips: el Blog es el «eje de las redes». Para marcas con contenido suficiente (e interesante) como para abrir un blog, es absolutamente recomendable hacerlo. Y una vez allí, se puede pensar en las redes.